¿Y si el problema es que todo va demasiado rápido?
La llamada eyaculación precoz es más común de lo que se cree, y tiene muchas posibles causas: ansiedad, falta de control del suelo pélvico, hipersensibilidad, incluso factores hormonales. Aquí, la clave no es solo tratar de “aguantar más”, sino entender qué está pasando, buscar soluciones que se ajusten a ti y, sobre todo, quitarle el peso al juicio.
Porque si algo mata el deseo, es la presión. Sentir que tienes que controlar todo, que tu cuerpo “debería” responder de otra forma… eso desconecta, agobia y bloquea. Mucho más útil es hablarlo, practicar otras formas de placer (no todo es penetración) y apoyarte en opciones respetuosas con tu ritmo.
Lo importante no es el reloj, es el vínculo
No hay nada menos sexy que estar más pendiente del tiempo que de las sensaciones. Cuando nos enfocamos solo en durar más, perdemos de vista lo que realmente importa: disfrutar del momento, con atención plena, deseo auténtico y sin presiones externas.
Recuerda que un encuentro sexual no es una competición. Es un espacio íntimo donde lo que cuenta es la conexión con tu cuerpo y con el de la otra persona. Y para eso, hay veces que durará más… y otras menos. Y está bien. Siempre que tú lo vivas con gusto.
El sexo que se disfruta, no se mide
Así que sí, si te apetece explorar maneras de mantener la excitación más tiempo, perfecto. Pero que no se convierta en una obsesión. El buen sexo no depende de cronómetros, sino de cómo te sientes antes, durante y después. De si te das permiso para parar, para seguir, para reírte o para probar algo nuevo.
En SexLab.es te acompañamos con productos que están pensados para ayudarte a vivir el sexo desde el disfrute, la curiosidad y la libertad. Y si necesitas un empujón puntual para sentirte más segurx o prolongar tus encuentros, aquí estamos. Sin tabúes. Sin clichés. Solo placer.
Comentarios (0)